Kate Winslet acudió al estreno de la cinta Un Dios Salvaje en París luciendo un vestido que la hacía adelgazar un par de kilos gracias al efecto óptico que le proporcionaba.
Se trata de un vestido, obra de Stella McCartney, color rojo con líneas verticales en negro; son precisamente esas líneas negras las que hacen que la actriz adelgace un par de kilos gracias al efecto óptico que proporcionan.
Lo curioso es que la protagonista de Titanic ya había usado ese vestido anteriormente, en el Festival de Cine de Venecia, sólo que en aquella ocasión la combinación era blanco con negro.
Así, queda en evidencia el gusto que ha cogido la actriz inglesa a eso de adelgazar gracias a los efectos ópticos. No obstante, ella ha declarado en más de una ocasión que está la mar de contenta con sus curvas.